Durante varias horas, ayer, en el despacho del alcalde provincial de Cajamarca, Ramiro Bardales Vigo, fueron convocados de emergencia las principales autoridades para encontrar una solución a la escasez de agua potable que sufre la capital desde hace varios meses ante la ausencia de lluvias.
La época de estiaje propio de la temporada, impide que los ríos Grande y Porcón, que habitualmente abastecen a la Planta de Tratamiento de Agua Potable El Milagro, que aún después de su ampliación, ante la explosión demográfica que soporta Cajamarca, pueda cubrir la demanda del vital líquido.
A puerta cerrada y con un celo desmedido ante la inquietud de la prensa, no trascendió las medidas adoptadas para mitigar esta crítica situación, que se acentuará desde el próximo jueves 18, cuando entre en vigencia un severo racionamiento en toda la ciudad.
La oficina de Relaciones Públicas de Sedacaj, la empresa que administra el recurso hídrico, se ha limitado a tratar de sensibilizar a la población para que se abstenga de hacer un uso desmedido e inútil del agua potable, en la esperanza que en cualquier momento se desate el período de lluvias y se normalice el abastecimiento. Hasta que llegue ese momento, la población tendrá que acostumbrarse a convivir con este crítico momento.
