miércoles, 19 de enero de 2011

Jueza pretende amordazar a periodista crítico

Amparada en su investidura de jueza de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, Ana Pacheco Aguilar, amenazó con iniciar “acciones legales”, contra el periodista chiclayano Fredy Chancafe Liza, por considerar que falseó una información donde pone en tela de juicio su recta administración de justicia.
El hombre de prensa, solicitó el respaldo de este diario, sintiendo que ve amenazado su libertad de expresión.
Chancafe, dijo que la magistrada en carta notarial dirigida al diario El Mercurio”, del cual era editor, pretendió imponer el titular “Fredy Chancafe Liza miente”, valiéndose del aparato judicial para lograr su errado objetivo.
Amparada en la Constitución Política argumentó haber sido víctima de afectaciones a su honor por afirmaciones inexactas, “como que jamás juzgó, ni sentenció en el proceso en el que un ciudadano se habría masturbado en las nalgas de una dama, y por consiguiente jamás estableció una reparación civil de 300 nuevos soles, ni lo dejó en libertad”, sin maliciosamente precisar y reproducir en qué fecha y página se habría hecho tal aseveración. No lo hace porque, jamás se emitió tal información tergiversada.
Lo que se informó –recuerda Chancafe- es que los integrantes de una Sala Penal de la misma Corte Superior de Justicia confirmaron una benevolente sentencia emitida lógicamente por otro magistrado y que resulta totalmente contraproducente contra otro fallo que ella sí dictó contra dos periodistas (uno de ellos el redactor de esa información), respecto a los mismos hechos configurados en la denuncia por supuesta “violación de la intimidad personal” cometido en agravio de la víctima del mismo pervertido sexual.
La jueza Pacheco a pesar de tener en el expediente el fallo “benevolente” de sus otros colegas que vieron el caso en concreto de delito contra el pudor, fue implacable con la sanción pecuniaria contra los periodistas procesados por supuestamente haber violado “el plano de la intimidad personal” de la denunciante que se preocupó más en perseguir a los periodistas que lograr una sanción carcelaria contra el sujeto convicto y confeso que la ultrajó en plena vía pública.