lunes, 19 de septiembre de 2011

Violento desalojo de policía deja seis universitarios heridos


El km. 3.5 de la carretera que conduce al distrito de los Baños del Inca, donde se ubica la Ciudad Universitaria, se convirtió esta mañana (ayer), durante tres horas en un verdadero campo de batalla, donde la peor parte la llevaron los estudiantes de la Universidad Nacional de Cajamarca (UNC), con seis heridos producto de las bombas lacrimógenas y perdigones lanzadas por los efectivos policiales.
En la víspera al haber fracasado las negociaciones entre los dos eternos dirigentes de los transportistas Freddy Silva y Teresa Cueva, con la Comisión presidida por el alcalde provincial Ramiro Bardales Vigo, el rector de la UNC Carlos Tirado Soto, entre otras personalidades, para ponerse de acuerdo acerca del pretendido aumento en las tarifas de los pasajes interurbanos, los universitarios habían advertido que ayer endurecerían sus medidas que fuerza que durante una semana lideran en franca oposición al estratégico servicios, acción que es respaldada mayoritariamente por la población.
Muy temprano, como ya es habitual, cerraron el paso en el frontis de la Ciudad Universitaria, la vía que conduce al turístico balneario, colocando gran cantidad de piedras y bloqueando todo acceso de las combis que cubren diariamente la ruta.
Sin cesar en sus cánticos contrarios a los transportistas a quienes acusaban de indolentes y portando el pabellón nacional y carteles alusivos a su protesta, desafiando el ardiente sol, los universitarios prácticamente se ubicaron a escasos dos metros cara a cara con los duros miembros de las fuerzas de choque esperando que alguna autoridad apareciese con noticias gratas y terminar con lo que todos esperaban inevitablemente: un nuevo desalojo violento.
Apostados en tres grupos a lo largo de la carretera al mando del coronel Pozo, las fuerzas del orden sólo esperaban luz verde el fiscal José Luis Castillo Espejo, para proceder a restablecer el orden.
Las horas pasaban lentamente y hasta alrededor de la 1:30 de la tarde en la zona se respiraba un ambiente de tensa calma, que estalló en segundos; cuando las palabras cedieron paso al uso indiscriminado de bombas lacrimógenas y disparos de perdigones.
Una inmensa nube de gases lacrimógenos opacó al rutilante sol, observándose una cacería humana. Los policías tras sus presas universitarias buscando refugio en la Ciudad Universitaria, produciéndose por horas un cruce de proyectiles que ocasionó al menos seis heridos de consideración entre ellos el escolar Kevin Miranda, que recibió una golpiza innecesaria de un pelotón de policías fracturándole la nariz, otro universitario presentaba un profundo corte en el mentón, en tanto que un compañero suyo está a punto de perder un ojo.
Santos huye
Conforme pasaban los minutos el clima se iba caldeando sin que ninguno de los adversarios cediera posiciones, y en esas circunstancias apareció el presidente regional Gregorio Santos Guerrero, flanqueado por el jefe de la XIV Dirtepol, general PNP Víctor Rojas Herrera. Las buenas pero tardías intenciones de Santos, recibió como respuesta una lluvia de piedras que le impactó en el cuerpo, convenciéndolo que su presencia no era grata.
Retirada
Presintiendo que la crítica situación podría tener fatales consecuencias, el general Rojas, contra su voluntad, ordenó el retiro de sus tropas, en tanto los universitarios con nuevos bríos marcharon por la ciudad. El Concejo estudiaba declarar en emergencia el transporte urbano, y el veredicto de la población era unánime, de responsabilizar a los dirigentes del importante gremio de todos los sucesos.