El breve y vibrante discurso de Ollanta Humala, encendió más los ánimos de unas diez mil almas que virtualmente llenaron la histórica Plaza de Armas de Cajamarca, y que soportaron estoicamente el ardiente sol que caía sobre sus cabezas, y presas de la expectativa vitorearon cada mensaje del candidato presidencial de Gana Perú, quien afirmó que el proyecto fujimorista de Keiko, ya fue desahuciado por corrupto e inmoral.
De paso, ante la prensa en el aeropuerto Armando Revoredo Iglesias, Ollanta, negó haber estado nervioso durante el debate y encontrarse más reposado.
“No estuve nervioso, he pasado momentos difíciles en mi vida como soldado y este es un debate importante sobre todo para los electores que no deciden su voto, y espero haber colmado las expectativas, porque creo que el verdadero ganador ha sido el pueblo peruano”, subrayó.
Necesitó de apenas 20 minutos para cautivar a la muchedumbre, compuesta mayoritariamente por universitarios, aunque también se distinguió gente de toda condición social y económica.
El peruano –sostuvo- debe confiar en su corazón, en su mente, y hoy día necesitamos algo nuevo, que los que ya gobernaron el país tuvieron la oportunidad de mejorar las cosas y no lo hicieron.
“Los jóvenes recuerdan las jornadas de lucha de los colectivos el año 2000 que generaron los programas del lavado de bandera, cintas amarillas en palacio de gobierno, esa generación de jóvenes que marcharon para recuperar la democracia, esa obra de recuperar la democracia contra la dictadura fujimorista, marchan hoy en la calles porque no quieren rehabilitar un proyecto que fue desahuciado por corrupto y inmoral”, expresó en golpe directo a la década dictatorial.
Apurado en su mensaje, repitió parte de sus propuestas, como que los trabajadores de services tendrán que pasar a planillas para que también reciban sus utilidades mineras, apostando por la agricultura que necesitan para desarrollar crédito, mercado, agua, seguro agrario, tecnificación, e infraestructura, inyectando unos 700 millones de soles al Agrobanco, para generar líneas de crédito hasta por 3,500 millones de soles el primer año, pues no consideró posible que ahora los ganaderos vendan el litro de leche a 70 céntimos a Gloria, en adelante los harán a los programas sociales del vaso de leche.
Del mismo modo, ofreció gas barato, revisión de la carrera pública magisterial, creación de políticas públicas y sociales, Pensión 65, mejoramiento de los salarios de la leyes 1990 y 20530, protección de la infancia, elevación del salario básico a partir del 28 de julio a 750 soles, carnet universitario de uso interprovincial, reforma penitenciaria, creación de sistema universal de salud totalmente gratis para todos los peruanos.
“Tenemos que combatir a los corruptos, los que se llevaron la plata lo devuelvan y sufran la sanción por tocar la plata del pueblo peruano. Declararemos imprescriptible todo tipo de corrupción, derecho a la revocatoria, para el Presidente de la República, me comprometo a no pedir un cheque en blanco al pueblo peruano, porque lo que el pueblo pone, también tiene el derecho de sacarlo cuando traicionan sus derechos”, acotó.
En clara alusión a Keiko Fujimori, recordó que siendo primeras damas permitieron que se viole los Derechos Humanos y no dijeron nada, que se investigue a los opositores y no dijeron nada, se malversaron 600 millones de dólares, permitieron que la Sunat sea un instrumento de extorsión, que los claustros universitarios se conviertan en campamentos militares, desapareciendo estudiantes y maestros universitarios, y no dijeron nada.
Respondiendo a La República, dijo que el suyo será un gobierno del pueblo peruano y no de las Fuerzas Armadas, porque ellos tienen un mandato constitucional que no es ser gobierno.
Al final, en medio de un mar humano, Ollanta, fue paseado en hombros hasta tomar el vuelo privado que lo trajo a Cajamarca, y dirigirse luego a Huaraz.
