lunes, 21 de febrero de 2011

Multitudinario y vistoso pregón de Barrio Cumbemayo


Ni siquiera el ambiente gélido poco habitual de las noches cajamarquinas desanimó a miles de habitantes del populoso barrio Cumbemayo, quienes ganaron las principales calles de la ciudad en medio de un pregón que fue del gusto de los peatones que se detuvieron por momentos para gozar del espectáculo.
Antes, en la residencia del presidente del Comité del Carnaval de Cumbemayo, Ricardo Valdivia Montoya, La República, vivió el ajetreo previo de lo que horas después se daría rienda suelta a la alegría.
Niños, jóvenes y adultos ingresaban como en su casa en la del dirigente, apurados por la hora, para dar los últimos toques a los atuendos, disfraces y banderolas que utilizarían durante del recorrido de más de dos horas.
Según Valdivia, ese mismo ritual se repetiría en otros puntos de concentración y a la hora indicada -8:00 de la noche- a su orden, comenzaría el despliegue de los carnavaleros por la parte alta de la avenida Perú.
Es tradición que conforme avanza el cortejo a lo largo de las rutas previamente establecidas se van plegando más personas, patrullas, comparsas, conjuntos musicales y la gente sencilla que no quiere perderse el gran recorrido del Pregón.
En tan grande la rivalidad con otro barrio como San Pedro, que una dama nos recomienda no perdernos detalle de un posible enfrentamiento cuando en algún punto de la ciudad pudieran encontrarse ambas partes.
No fue necesario graficar ningún incidente y todo marchó conforme pensaron sus organizadores.
“Un poquito de pisco cae bien para matar el frío”, nos dice un joven.
Durante más de dos horas de paso firme, danzando al son de las coplas del carnaval, el gentío va avanzando por las calles anunciando que la fiesta de homenaje al rey momo está al recodo de la esquina.
Sin dar muestras de cansancio, la muchedumbre se divertiría hasta rayar el alba, en un baile popular gratuito, preludio de la fiesta grande, que convierte por días a Cajamarca, en la Capital del Carnaval Peruano.