Luciendo más tranquilo de lo habitual y bajo un crucifico, el ex coronel GC Ramiro Bardales Vigo, se convirtió en el nuevo alcalde de Cajamarca, y lo primero que hizo al leer su mensaje fue convocar al pueblo para que todos juntos se conviertan en los guardianes de la ciudad y trabajar por la grandeza de un pueblo que se respalda en su rica historia.
Con dos hora de retraso, al promediar el mediodía, Bardales, ingresó al Centro de Convenciones Ollanta, donde un millar de simpatizantes de Restauración Nacional, esperaban impacientes su presencia para empezar el acto de juramentación, que contó con la presencia de las principales autoridades locales, destacando el general Jorge Iparraguirre Mestanza, el Obispo José Martínez Lázaro, el presidente de la Corte Superior de Justicia, Luis Ruiz Vigo, entre otros.
El primero en ser juramentado fue el teniente alcalde Hernán Bueno, y posteriormente hizo lo propio con el naciente alcalde, procediendo de idéntica manera con los trece regidores.
En su discurso de 32 minutos, Bardales, esbozó lo que serán las acciones de los primeros meses, invitando al pueblo, a las organizaciones de bases, gremios sindicales, y diversas instituciones a trabajar juntos por Cajamarca.
“Necesitamos recuperar la confianza, haremos una inversión con responsabilidad, con transparencia y combate a la corrupción, habrá un respeto irrestricto a la libertad de expresión y pensamiento, invitamos a los señores periodistas a que nos fiscalicen, pero también a comprometerse con la ciudad”, prometió.
Atendiendo un pedido de su antecesor, Eduardo Quiroz, anunció que auditará aquella gestión.
Devolviendo algo de tranquilidad a los cerca de 500 trabajadores contratados que terminan su vínculo laboral hoy, dijo que serán evaluados y los más competentes serán vueltos a contratar.
