Espontáneo y marcando un estilo que acaso lo acompañe durante todo su trayecto como presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos Guerrero, estimó que la posición de la alcaldesa electa de Lima Metropolitana, Susana Villarán, rompiendo la alianza de su agrupación Fuerza Social, con el Movimiento Nueva Izquierda (MNI), obedece a las presiones que estaría recibiendo de la derecha peruana y algunas ONGs de la cual es vocera en el tema de los Derechos Humanos.
Esta conducta, también lo atribuyó a la crisis de los partidos políticos, dijo a La República, aunque admitió que (Villarán) se equivoca porque Fuerza Social es un grupo pequeño de amigos sin bases que está sobrevaluándose.
En tono preocupado, reconoció que la alcaldía metropolitana cayó de casualidad y hay que tenerlo siempre presente.
Por otro lado, atribuyó este mal momento que atraviesa aquella alianza, a la irresponsabilidad del MNI por no posesionar un candidato presidencial a tiempo, esperanzado en Villarán y Ollanta Humala, que indudablemente a la luz de los hechos, fue un cálculo equivocado.
“Susana, viene de la izquierda light, en cambio el Movimiento de Afirmación Social (MAS), es movimiento independiente y pagar ganar las elecciones regionales no nos hemos hipotecado a nadie, y sólo rendiremos cuentas al pueblo que nos eligió”, sostuvo.
“Goyo” Santos, anunció que la primera semana de enero en asamblea regional decidirán finalmente a quien apoyarán en las elecciones generales de abril próximo, sugiriendo que el MNI debería presentar una lista parlamentaria propia arriesgándose a pasar la valla electoral.
El líder regional, se resistió a admitir que la conducta de Susana Villarán sea de ingratitud, porque con el apoyo del MNI alcanzó la alcaldía de la capital peruana, considerando que son escenarios diferentes en los que se mueven ahora.
Sacando pecho por Patria Roja, afirmó que hace bien la ciudadanía en dejarlo de ver de a pocos como el cuco de la política nacional, y tiene la responsabilidad histórica de demostrarlo.
