El peor enemigo en estos momentos para Gregorio Santos Guerrero, candidato a la presidencia de la Región Cajamarca, por el Movimiento de Afirmación Social (MAS), resulta la ODPE, porque los lentos resultados que van publicando a cuenta gotas no lo favorecen para nada y cada día, el fantasma del 30% parece tomar cuerpo.
La inseguridad y el nerviosismo de “Goyo”, es tal, que recientemente lanzó un ultimátum al organismo electoral, fijando el 5 de noviembre como límite para concluir con el escrutinio, de lo contrario “ardería Roma”.
Y no le falta razón, porque los resultados oficiales publicados el 23 de octubre al 85.69%, a las 3:26 pm., le otorgan un peligroso 30.6%, muy lejos de su cercana perseguidora Beltina Gonzales de Coronel de Fuerza Social, que supera el 12.7%; con quien –de mantenerse la tendencia a la baja de Goyo- disputaría en segunda vuelta la presidencia regional.
En el círculo político de Santos, justifican esta baja, al ingreso de las actas de Hualgayoc y Cajamarca, provincias que no le mostraron su afecto en las ánforas. En cambio confían que la votación de Jaén, Chota y San Ignacio, donde aún no se contabilizan las actas, lograrán superar el 31% suficiente para cantar victoria.
