A cuatro meses de inaugurada la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos de Cajamarca, virtualmente continúa funcionando como un simple botadero, porque no se viene reciclando la basura, admitió Eugenio Llanos Villanueva, Jefe de operaciones de disposición final de los residuos sólidos.
Ayer llegamos hasta el caserío de San José de Canay, comprensión del distrito de Namora, donde el 25 de junio del presente año se puso en marcha con bombos y platillos la nueva infraestructura que es considerada por el alcalde provincial de Cajamarca, Marco La Torre Sánchez, como uno de sus grandes logros.
La obra contó con el financiamiento del Fondo de Solidaridad Minero, para reemplazar al viejo botadero de Shudal, que significaba una vergüenza para el pueblo cajamarquino, toda vez que se situaba a la entrada de la ciudad.
Llanos, explicó que diariamente la nueva planta recibe unas 120 toneladas de basura que son trasladadas desde la ciudad en los carros recolectores recorriendo unos 20 kilómetros.
“Shudal era un botadero controlado, ahora en cambio en San José tiene todo el sistema de colectores para la captación de lixiviados que va a depositarse en un pozo captando el biogás, calculándose una vida útil para cuatro años”, agregó.
Justificó que en el relleno sanitario no se está haciendo el proceso de reciclaje, sino en el origen, vale decir en las casas, anunciando que más adelante pondrán la planta de reciclaje.
Aclara
Sobre el particular Eduardo de la Torre Jave, coordinador de Ciudad Saludable en Cajamarca, que brindó asistencia técnica para la implementación del relleno, a través del Programa Integral de Gestión Ambiental de Residuos Sólidos (PIGARS), frente a las dudas del funcionamiento de la nueva planta, aclaró que es un complejo que en primera etapa está contemplado el relleno sanitario, las celdas de seguridad y las canchas de compostaje;
La idea –sostuvo- es recuperar la basura con los recicladores dentro de la ciudad de Cajamarca y vaya al relleno lo mínimo, con la faja transportadora que se va a construir el próximo año
“Es un proceso que se está haciendo por partes, es totalmente diferente a un botadero no tiene ningún tipo de control, no está impermeabilizada la base, no hay compactación, no hay manejo de lixiviados, no hay chimeneas, ni está impermeabilizado con geo membradas”, detalló La Torre.
Basándose en estadísticas, corrigió al técnico Llanos, porque diariamente se recogen 93 toneladas.
