viernes, 4 de marzo de 2011

Campesinos enjuician a Yanacocha

El ambiente festivo que se vive en esta capital con motivo del carnaval de pronto se vio trastocado esta mañana (ayer) por una nutrida movilización de campesinos que recorrieron las principales calle de Cajamarca, exigiendo que Yanacocha, devuelva las tierras que hace 17 años expropió a la comunidad de San Andrés de Negritos.
Resguardados por un férreo cordón policial, la marcha fue pacífica y al final de la jornada los dirigentes dejaron una denuncia ante el Poder Judicial en una de las oficinas instaladas en el barrio San José.
Antes, Jesús Castrejón García, vicepresidente de la comunidad precisó a La República, que el mayor interés que tienen es que se respete el derecho de los campesinos, y Yanacocha devuelva las tierras comunales donde viene operando y sea el Poder Judicial quien determine los hechos que han sucedido arriba, destruyendo el paraje Yanacocha,
“Somos más de mil pobladores dedicados a la agricultura y ganadería en el km. 36 al 50, por eso interpusimos una demanda contra Minera Yanacocha y contra el Estado por haber violado nuestro derecho de propiedad habiéndonos despojado ilegalmente de gran parte de la propiedad comunal.
El hecho se suscito entre los años 1993 a 1995, en que tanto la empresa minera cono el Estado, valiéndose de una serie de oscuros procedimientos lograron quitarles a la comunidad más de 600 Hás. de tierras, usando figuras como la expropiación y servidumbre minera”, recordó.
Castrejón sin decirlo dio por sentado que la minera habría negociado con otros compañeros la venta de aquellas tierras, pero aseguró que “para entrar en cualquier trato, hay que hacerlo en asamblea pública, no con las dos terceras partes, así no funciona en la ley de comunidades y estamos amparados por todos los tratados internacionales”.
En su ocasión, dijo, el vicepresidente de la Newmont para Latinoamérica, Carlos Santa Cruz, ordenó que los atiendan en sus reclamos pero sólo recibieron como respuesta el silencio, de ahí su conducta.
Al cabo de 17 años –agregó- se descubre que tanto la minera como el Estado cometieron una serie de irregularidades, violaron las leyes y sorprendieron a los campesinos para lograr posesionarse en estos territorios, por el cual no pagaron ni un sol.