De un balazo a la cabeza, el suboficial de segunda PNP Juan Fernando Rojas Aguinaga (25), acabó con su vida, después de participar en una pollada bailable a unos pasos de su domicilio.
Según transcendió el joven policía tomó la fatal determinación al pasar por un cuadro de depresión motivado por problemas sentimentales.
Alrededor de las dos de la madrugada, un fuerte estruendo despertó a los familiares de Rojas Aguinaga, quienes inmediatamente se dirigieron a su cuarto encontrando el cuerpo tendido en el suelo sin signos de vida.
El vecindario de la cuadra seis del jirón Mariano Melgar, quedaron consternados del hecho, aunque las primeras indagaciones policiales, no descartan un presunto homicidio, hecho que serán materia de las investigaciones que ha iniciado la División de Investigación Criminal (Divincri).
Rojas estaba de servicio, según el rol del área de administración de personal de la Policía Nacional, cuyo responsable de la Unidad de Servicios Especiales (USE) a donde pertenecía, tendrá que dar explicaciones sobre el asunto.