miércoles, 1 de septiembre de 2010

Detienen a fiscal de Cajamarca recibiendo coima de empresario


Segundos después de haber recibido una coima de 800 nuevos soles, fue intervenido y detenido por un representante de la Fiscalía Suprema de Control Interno de Lima, conjuntamente con efectivos policiales, el fiscal Penal, Guillermo Vargas Cerna, quedando paralizado por la sorpresiva aparición de los personajes.
Hombre curtido en estos menesteres, Vargas, rápidamente trató de recobrar el aplomo, ensayando una justificación que nadie creyó: “el empresario es mi amigo de años y ha venido para prestarme un dinero que necesitaba con urgencia”.
La treta no le dio resultado, pues con anticipación, Manuel Llanos Carrasco (43), convino con el mal hombre de leyes, que le pagaría tres mil soles con el fin de favorecerlo en una investigación por el delito de peligro común en su modalidad de conducir su vehículo en estado de ebriedad; además de portar un arma.
El empresario cajamarquino, habría confesado que antes de poner la denuncia ante los miembros del Ministerio Público en esta ciudad, se presentó al despacho del jefe de la XIV Dirterpol general PNP Jorge Iparraguirre Mestanza, para pedirle asesoramiento, recibiendo como respuesta una invitación para que salga del recinto policial. Ahí, le contaría al alto oficial, que al momento de su captura por manejar borracho, los efectivos policiales lo golpearon salvajemente robándole su teléfono celular, cámara fotográfica y otros bienes.
Es entonces que al no encontrar apoyo, decide encarar personalmente al fiscal Vargas, quien estaba encargado del caso. Conociendo de su dudosa reputación, acordaron un pago inicial de mil soles que se efectivizo en junio, del total de tres mil.
El lunes, se consumaría su desgracia para Vargas.
Conforme lo acordado, a las diez de la mañana ambos se reunirían en una tienda de la urbanización La Alameda, a unos pasos de la sede del Ministerio Público. Previamente Llanos, aleccionado por los fiscales, había entregado ele fajo de billetes de cien soles, que fueron fotocopiados, y una vez entregado el encargo y el fiscal había guardado el dinero en uno de los bolsillos, le cayeron encima sus captores.
La palidez de su rostro y el balbuceo de las palabras, terminaron evidenciar que había cometido un delito que echó por tierra todo el prestigio ganado, deshonrando a sus familiares, quienes no asimilan el golpe y no entienden que llevó al magistrado a no soportar la tentación del dinero.
Anoche en una rápida audiencia el juez Fernando Bazán dispuso su internamiento en el Penal de Huacariz.