domingo, 25 de septiembre de 2011

Visita de médico de Ministro de Salud


Por cumplir. El arribo del ministro de Salud, Alberto Tejada Noriega, a Cajamarca, fue literalmente hablando “visita de médico”, porque aunque inicialmente estaba anunciado que llegaría a esta capital para constituirse al caserío Redondo, distrito de Cachachi en la provincia de Cajabamba, donde ocurrió la intoxicación masiva de 115 alumnos de primaria y jardín, el pasado martes, con el saldo de tres niños muertos, durante su breve paso se limitó a inspeccionar las postas médicas de los Baños del Inca, San Marcos y hospital Nuestra Señora del Rosario de Cajabamba.
Nadie se explica bajo qué razones el titular del sector Salud, no visitó a tres niños que permanecen en la Sala de Pediatría del Hospital Regional de Cajamarca.
Después de arribar a Cajamarca, Tejada, se dio tiempo para desayunar y luego trasladarse hasta el Puesto de Salud de los Baños del Inca, donde dialogó brevemente con las dos madres de niños que se quedaron hasta recuperarse totalmente.
Luego enrumbaría a la provincia de Cajabamba, siguiendo el mismo ritual de saludar a los médicos y ante el requerimiento de una de las madres de Redondo, que cuidaba a su hijo, le negó la instalación de un Puesto de Salud, porque según el ministro su pueblo no tenía mucha gente.
Al retornar se detuvo en la provincia de San Marcos para inspeccionar igualmente el Puesto de Salud. Apresurado por cumplir con sus compromisos por la noche en Lima, Tejada, no lució incómodo cuando se le recordó la interpelación a la ministra de la Mujer, limitándose a expresar que “Estamos aquí como Ministerio de Salud para evaluar cómo respondió el sector en lo asistencial y en la atención, así como para evaluar las rutas de evacuación”.
Contrariamente a la conducta del ministro de Salud, los congresistas cajamarquinos Segundo Tapia Bernal, presidente de la Comisión de Salud del Congreso de la República, Joaquín Ramírez Gamarra, de Fuerza 2011 y Jorge Rimarachín Cabrera, de Gana Perú, viajaron hasta el lugar de la tragedia –Redondo- para tomar nota de las necesidades de la población.