Guiados por credibilidad de algunas encuestadoras y sin esperar los resultados oficiales de la ONPE, apenas terminó el acto electoral, los cajamarquinos tomaron con esperanza y calma el triunfo de Ollanta Humala Tasso, que lo lleva virtualmente directo a Palacio de Gobierno.
La contienda confirmó los pronósticos de esta segunda y definitiva ronda electoral, donde uno de los candidatos ganaría por estrecho margen.
Al igual que la mayoría de las regiones del país, Cajamarca, en esta ocasión le dio su confianza al postulante de Gana Perú, a diferencia de la primera vuelta, cuando Keiko Fujimori, lo aventajó por ligero margen.
Ollanta, cosechó lo que sembró, pues en dos oportunidades en la segunda vuelta llegó a esta capital para convencer a los indecisos de su proyecto nacionalista. Los resultados demuestran que su prédica tocó tierra fértil.
En el otro sentido, el pasado de su padre, y la figura asociada de Montesinos, terminó por sepultar las aspiraciones presidenciales de la candidata de Fuerza 2011; que a pesar de su derrota, casi la mitad de los peruanos creyeron en sus postulados.
Sin contratiempos
Como en otras elecciones, en esta ocasión los electores, en su totalidad tuvieron un comportamiento ejemplar, al acudir a votar apenas se instalaron las mesas de sufragio.
Resguardados por efectivos policiales y del Ejército en los distintos centros de votación, la ciudadanía contó con todas las garantías del caso para cumplir con su deber ciudadano.
Salvo el joven Reynaldo Ayay Yopla, simpatizante de Fuerza 2011, que fuera sorprendido en el centro educativo N° 821228 de la Urbz. El Ingenio, con un folder conteniendo duplicados de cédulas de sufragio marcadas para inducir al voto a los electores a favor de Keiko Fujimori, no se presentó hechos que trastocaran la normalidad de una jornada cívica llena de peruanidad, donde quienes tenían que sufragar acudieron pensando en el Perú.
De fiesta
Conocidos los flash de los diversos canales de televisión, en el local principal de Gana Perú, en el céntrico jirón Sabogal, empezaron a congregarse los partidarios y simpatizantes de Ollanta Humala, portando pancartas y haciendo ondear la bandera nacionalista, danto rienda suelta a su desbordante alegría por el virtual triunfo de su candidatos.
¡Gracias Cajamarca! ¡Ollanta Presidente! ¡Arriba los pobres!, fueron estribillos que no cesaron de entonar la muchedumbre que empezó a gozar de una fiesta que no tenía final.
