miércoles, 11 de noviembre de 2009

Obrero “come clavos” vive de milagro


Un obrero de la provincia de Celendín que pretendió ser famoso “comiendo” clavos, vidrios, latas, alambres y, piedras, salvó de milagro, luego que los médicos del hospital regional de Cajamarca, lo operaron de emergencia, sacando de su estómago cerca de un kilo de estos elementos.
En la cama Nº 37 del pabellón de Cirugía, encontramos a Requelme Abanto Alvarado (34), recuperándose de la delicada operación, dándose tiempo para narrar con lujo de detalles, su “hazaña”.
“En Febrero de este año, primero empecé con clavos de tres, cuatro y hasta cinco pulgadas, nunca me hizo mal, los arrojaba cuando hacía mis necesidades”, precisó.
Negó que esa práctica inusual sea de una familia de diez hermanos, donde él es el quinto.
Mostrándose orgulloso, dijo que en el distrito de Sucre, y en toda la provincia de Celendín (Cajamarca) no hay nadie como él.
Pensé que era normal –trató de explicar su afición- no he visto películas, si he visto que se meten alambres por la nariz, yo quería que sea como un trabajo, estaba aburrido de ser obrero.
Los pacientes que lo acompañaban en el pabellón trataban de convencerlo para que deje esa actitud, pero Requelme, se empeció en prometer que apenas se restablezca volverá a las andadas, porque le gusta comer clavos.