Como se sabe, el referido proyecto – el cual se encuentra paralizado por causas técnicas – ha resultado en la actualidad desfasado con la realidad presente de la ciudad de Cajamarca, por lo que resulta indispensable la ejecución de un proyecto alternativo que permita atender de modo efectivo y sostenido el tratamiento de aguas residuales en la ciudad.
“He obtenido el compromiso de la Cancillería de intervenir oficialmente en la resolución del conflicto, esperando obtener del gobierno alemán la autorización para invertir el saldo del crédito en un nuevo proyecto”, precisó la legisladora cajamarquina.
La antigua planta de oxidación ubicada frente a la Universidad Nacional de Cajamarca, en el camino al distrito de Baños del Inca, se constituye actualmente en un foco de contaminación ambiental que perjudica a los pobladores ubicados en su área de influencia por los malos olores que despide.