Una gresca que pudo tener consecuencias imprevisibles, se generó ayer, en el terreno donde se levanta el nuevo hospital regional de Cajamarca, cuando dos bandos de obreros se enfrentaron por el control de la edificación, situación generada por una gavilla de mafiosos que chantajean a los contratistas exigiéndoles cupos para las planillas.
Esta situación fue puesta al descubierto por Eleuterio Vera Durán, dirigente de los obreros de construcción civil, revelando que los mafiosos vienen cobrando cupos a la empresa contratista Consorcio Salfa Construcción S.A y Obras de Ingeniería –OBRAINSA- y tener bajo amenaza a los ingenieros residentes, que tienen que acceder a sus caprichos para no paralizar la obra.
Vera, señaló a Teófilo Quispe, como cabecilla de esta supuesta organización delictiva, que pretende controlar los trabajos de construcción civil en Cajamarca; incluido las grandes obras como el Qhapac Ñan, y de la futura construcción del coliseo Multiusos.
La modalidad
El dirigente, explicó que la extorsión se da por medio de dos frentes: a través de los trabajadores escudados en el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil, que exigen a los residentes de obra puestos de trabajo. El segundo frente son los pobladores de la zona donde se ejecutan los proyectos, ofreciendo “seguridad” a cambio de un previo pago.
En fuentes policiales circula la versión, que bandas criminales estarían obligando a los sindicatos de construcción civil a agremiar delincuentes con el fin de que ingresen a trabajar en las obras, que están en pleno auge en la ciudad.
El hospital regional de Cajamarca, que se construye a unos pasos del Penal de Huacariz, demandará una inversión de 97 millones 380 mil soles, entre obras civiles y equipamiento médico de última generación. La supervisión asciende a 2 millones 507 mil 925 soles, y la obra deberá concluirse en 480 días calendarios.