La fe del pueblo católico cajamarquino brilló por encima de las alfombras multicolores tendidas en el anillo de la histórica plaza de armas de Cajamarca, durante la procesión que acompañó la tradicional festividad del Corpus Christi.
La población aprovechó el feriado no laborable para volcarse desde muy temprano al centro de la ciudad y observar los últimos retoques a la confección de las alfombras de flores que constituyen un atractivo adicional a los turistas nacionales y extranjeros.
Simultáneamente a esta actividad, en la catedral, el Obispo de la Diócesis de Cajamarca, Monseñor José Carmelo Martínez Lázaro, celebraba la misa de acción de gracias en honor al Cuerpo de Cristo, bajo la rigurosidad de la ceremonia, que mantenía cautivo al auditorio, resaltando la presencia de las principales autoridades de la región.
Ante ellos, el prelado de la iglesia cajamarquina, no eludió enfocar la tragedia de Bagua, lamentando la muerte de gente inocente como los policías y nativos, a cuyos familiares les alcanzó sus condolencias.
Profundamente dolido, el sacerdote, invocó a los gobernantes tener la lucidez y sensatez, a fin que encuentren el camino del Señor, que siempre buscó la paz en la tierra y se sacrificó por nosotros.