Una falsa alarma del escape de un toro durante la novillada en el coso portátil Torokuna, esta tarde, dejó un número impreciso de personas magulladas que asistían a la feria comercial del Corpus Christi, instalada en lo que será el Capac Ñam.
En un instante el pánico se apoderó del gentío que disfrutaba de los atractivos de la feria a lo largo de la recién inaugura avenida La Cantuta, y también en la explanada donde los niños mayormente gozaban de los juegos mecánicos.
De pronto, alguien lanzó un gritó alertando que uno de los novillos, había burlado el tendido del coso, ganando los exteriores, produciéndose una confusión y cada quien intentó ponerse a buen recaudo, atropellándose unos a otros sin importarle de quien se trataba.
Todo no paso de un susto mayúsculo, pero ya se había producido un daño que puedo tener otras consecuencias.
El Francotirador, comprobó esta tarde la falta de un mayor número de efectivos policiales para controlar a la multitud y brindarles seguridad, frenando las broncas desatadas al calor del licor y que sin duda serán un dolor de cabeza para la seguridad de los visitantes a la feria.
A ello se suma la ausencia de un control estricto del tráfico que se congestionó por la gran presencia de vehículos.