* Policía actúa con ferocidad al detener a padre Arana.
* Población desafía estado de emergencia y fuerzas
del orden los reprime duramente.
* Violencia
se traslada a Bambamarca y en Celendín retorna la calma.
A cuatro subieron los muertos durante
manifestaciones contra el proyecto Conga, en la provincia de Bambamarca. La
policía ultimó de un balazo a Joselito Vásquez Jamo (27), durante la refriega
en las inmediaciones de la plaza de armas; además la revuelta dejó una docena
de heridos civiles y dos miembros de las fuerzas del orden heridos por cohetes.
Anteayer en Celendín, tres fueron las personas que cayeron bajo las balas
policiales.
En tanto en una acción injustificable, al
mediodía de ayer, un contingente policial detuvo al líder medioambientalista,
el sacerdote Marco Arana Zegarra, mientras descansaba en una de las bancas de
la plaza de armas de Cajamarca, propinándole una feroz golpiza en el suelo y
conduciéndolo al departamento de Seguridad del Estado.
Arana, llegó al centro histórico al promediar
el mediodía y se detuvo a conversar con dos parroquianos sentándose frente a la
Iglesia San Francisco. En esos instantes, sin mediar palabra alguna, los
policías lo alzaron a viva fuerza, mientras el líder de Tierra y Libertad,
luchaba por zafarse de una “llave” al cuello que le aplicó uno de sus captores,
exigiendo, no le peguen.
Para evitar el trabajo de la prensa, el
cordón policial, protegió con sus escudos el maltrato al cura, pretendiendo ocultar
el hecho. Evidentemente no lo consiguieron.
A empellones lo subieron a una camioneta
trasladándolo a la sede central policial ubicada en la plazuela Amalia Puga.
Hasta allí se constituyó un grupo de gente
mostrando su solidaridad con Arana, exigiendo su inmediata libertad.
Hasta el cierre del despacho se esperaba el
inminente traslado en helicóptero del sacerdote a Chiclayo, conjuntamente con
18 detenidos de la revuelta en Celendín.
A la 1.10 de la tarde a bordo de un avión de
la PNP, arribó el director general de esa institución general PNP Raúl Salazar
Salazar, bajo estrictas medidas de seguridad. El alto oficial observa el
interrogatorio al cual es sometido Arana.
Mañana
caliente
Mientras que en Celendín, retornaba la calma,
tras la muerte de tres personas por protestar contra minas Conga, y tanto la
policía como el Ejército tenían bajo control la ciudad; en Bambamarca, al igual
que en Cajamarca, se desató la violencia, por el desacato de la población al
estado de emergencia decretado por el gobierno, que prohíbe entre otras
libertades, la de reunión.
En ambas provincias durante varias horas la
policía recurrió a las bombas lacrimógenas y perdigones para dispersar a
pequeños grupos que iban y venían en el centro histórico. En Bambamarca, cayó
una nueva víctima.
Llegan
más refuerzos
A bordo de dos aviones de la Marina de
Guerra, alrededor de doscientos efectivos llegaron para reforzar el fuerte
contingente de las fuerzas armadas y policiales, e inmediatamente se dirigieron
a las provincias declaradas en emergencia: Cajamarca, Hualgayoc y Celendín. La
Fuerza Aérea, se encarga de proteger las instalaciones del aeropuerto Armando
Revoredo Iglesias, en donde se han levantados campamentos militares.
De
vuelta a casa
Apenas entró en vigencia el estado de
excepción en esta capital, escuadrones de la DINOES, “barrieron” con los
cientos de campesinos que durante más de un mes soportaron la inclemencia del
frío pernoctando en precarias carpas de plástico en la plazuela de la iglesia
San Francisco, que ayer lucía vacía. El mismo panorama se observó en la
plazuela Bolognesi, donde se preparaban ollas comunes.
El largo peregrinaje a casa empezó con el
dolor a cuestas de no celebrar una exitosa lucha para impedir la realización
del proyecto cuprífero Conga.
A Celendín, se constituyó el responsable de
la Oficina Defensorial de Cajamarca, Agustín Moreno, para impedir que continúen
actos de violencia, así como verificar la atención de heridos. Permanecerá unos
días conforme se desenvuelva el conflicto, dijo a La República.
Hasta el momento no se conoce de ningún
pronunciamiento de los dirigentes del Comando Unitario de Lucha y menos del
presidente regional, Gregorio Santos Guerrero.
Debido a que varios alumnos resultaron
afectados por los gases lacrimógenos en el primer día de estado de emergencia
decretado en Cajamarca y en las provincias de Celendín y Hualgayoc, el Director
Regional de Educación, César Flores Berríos, exigió el retiro de las fuerzas
del orden cerca a las instituciones educativas.
Al cierre del despacho, 15 policías detenidos
por las rondas en el centro poblado de Maraybamba, distrito de Llaucán
(Bambamarca), fueron liberados sanos y salvos.