Exige sanción a responsables de golpiza. |
El sacerdote Marco Arana Zegarra, afirmó
directo que el presidente de la república, Ollanta Humala, dirige una
dictadura, donde se viola los derechos humanos y un gabinete que también quiere
restringir la libre expresión.
“Humala parte de una felonía que declarar un
estado de emergencia que restringe derechos fundamentales, una cúpula militar
que domina el gabinete quieran restringir también el derecho de libre expresión
en esta situación los militares incluidos no significa violación de derechos
humanos, esto es una dictadura”, ratificó.
El líder de Tierra y Libertad, respondió al
jefe de Estado, al sentirse aludido que buscó victimizarse ante la policía que
lo golpeó y lo detuvo en Cajamarca, al portar un cartel en el pecho con lemas
alusivos al rechazo a minas Conga.
Demandó una profunda investigación para
identificar quien mandó que lo detengan y lo golpeen.
Acerca del papel que como facilitador del
gobierno central cumplirá el ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana,
monseñor Miguel Cabrejos, sostuvo que recibió dos llamadas suyas para pedirle
su opinión acerca del conflicto.
“Yo le dije que en Cajamarca hubieron muchas
experiencias fallidas de diálogo, no hay mecanismos vinculantes y que esos
acuerdos se cumplan” y segundo que la posición firme de un sector de cajamarquinos
tienen sólidos argumentos científicos, técnicos, legales, que muestran la inviabilidad
del proyecto y lo mejor sería buscar a una solución a los 20 años de problemas
mineros de la región, antes que entren a funcionar otros”, añadió.
Si el gobierno –recordó- hubiera querido
escuchar tendría que haber atendido la carta del 25 de abril de las organizaciones
sociales, la solicitud de audiencia del presidente regional y alcaldes, no hubieran
ocurrido las muertes. No necesitan de mediadores, cuando la democracia funciona.
Arana considera que ningún diálogo será
fructífero en Cajamarca sino se toma en cuenta a los líderes de las
organizaciones legítimas que han conducido esta protesta.
“Jamás se olvidará que una mesa de diálogo no
es para negociar derechos y el agua es un derecho fundamental para el medio
ambiente, se discutirá los intereses vinculados a los de la problemática minera”,
acotó.