* Atacan comercios, vehículos, universidad y continúa suspensión de clases.
A la cautela
mostrada por los policías para reprimirlos, grupos opositores al proyecto
Conga, han respondido con actos violentos, quebrando el clima de tranquilidad
que había caracterizado la mayor parte del tiempo a pocos días de cumplirse un
mes del inicio de las protestas en algunas provincias cajamarquinas.
Fuentes
confiables, revelaron a La República, que este mediodía una turba de 300
manifestantes se plantó en el frontis del Banco de la Nación, exigiendo que sus
trabajadores paralicen sus labores y se sumen a la protesta.
En la víspera, el
mismo grupo que diariamente se movilizan por las principales calles apedrearon
la filial de la Universidad Alas Peruanas, causando destrozos en la
infraestructura reveló el coordinador Salvador Sánchez. Pese al
amedrentamiento, no cedieron a las presiones y el alumnado concurre al centro
superior de estudios.
Todo parece
indicar que el mensaje presidencial de Ollanta Humala, el fin de semana, dando
luz verde a Conga, terminó con la paciencia de los celendinos, que se
caracterizan por ser gente tranquila, lo que se traduce en los actos vandálicos
en el principal mercado de abastos y en la mayoría de negocios, cuyos
propietarios fueron insultados y amenazados de hacer suya también la protesta a
favor del medio ambiente.
Ayer, llegó a
aquella provincia, un fuerte contingente policial, que se sumó al ya existente,
conjuntamente con soldados, quienes han empezado a patrullar las calles, pero
se mantienen a prudente distancia para no caer en provocaciones que pudieran
tener consecuencias impredecibles.
Una parte de la
población aglutinada alrededor de la Plataforma Interinstitucional de Celendín
(PIC) y maestros del Sutep, son los que mantienen a diario la protesta contra
el proyecto minero Conga, cuya sede fue destrozada en el paro del año pasado y
hasta ahora no lograr reabrirla.