Una vez más Cajamarca se convirtió en un punto de referencia para miles de turistas nacionales y extranjeros que aprovechando los días festivos por Semana Santa, llegaron a esta capital andina, atraídos por su legado histórico y su riqueza arqueológica.
Las distintas agencias de turismo agotaron sus planes de visitas, al igual que la capacidad hotelera se vio rebalsada por la gran demanda en estas fechas que son típicas en el calendario cívico.
Desde muy temprano los visitantes pasan algunos momentos en la histórica plaza de armas, y de paso aprovechan el tiempo para acercarse al famoso Cuarto del Rescate, a unos metros del centro histórico. Ahí, los turistas, recibirán de los guías, las explicaciones de cómo el Inca Atahualpa, a cambio de su liberación y para salvar su vida a manos de los españoles, ofreció hasta donde alcanzare su mano, un cuarto lleno de oro y dos de plata y piedras preciosas.
También pueden visitar las catacumbas de la Iglesia San Francisco.
Las horas pasarán y quienes quieran aprovechar su corta estancia en esta ciudad, tendrán que desplazarse a las Ventanillas de Otuzco, la ruinas del Cumbemayo, o dirigirse al ex fundo La Colpa, donde hasta hoy día persiste la tradición que a las vacas las llaman por su nombre.
Infaltable en el recorrido de todo turista, será llegar hasta el balneario de los Baños del Inca, y gozar de las milagrosas aguas termales y el reparador sauna.
Para quienes aman la naturaleza, nada mejor que escalar las alturas e internarse en el majestuoso bosque verde de la cooperativa Porcón, donde los cerros fueron sembrados años atrás en lo que se denominó el bosque verde, y hoy es la admiración del Perú y el mundo entero.
Al final, y de regreso a casa, quedará la satisfacción del visitante de haber conocido Cajamarca, enclavado en el norte andino, y repetir la experiencia en cualquier momento.
