Los frescos sucesos desencadenados en Bagua con la dolorosa muerte de policías y nativos, han convencido al sacerdote Marco Arana Zegarra, que el presidente de la República, Alan García, constituye un peligro para el país, porque polariza a la sociedad.
El líder ambientalista, dijo que se llegó a esta delicada situación porque el gobierno optó por una salida represiva desde el inicio, y el diálogo sólo lo utilizó para ganar tiempo. El gobierno estaba buscando un diálogo sobre la inconstitucionalidad de los decretos, y eso no iba a ser admitido por nadie.
“Es un crimen de lesa humanidad, hay responsabilidad política, no se le puede echar la culpa a un líder amazónico, los responsables conducen a palacio de gobierno, a la ministra del Interior, y al primer ministro y sin duda al presidente de la República, cuya responsabilidad deberán ser investigadas por un nuevo gobierno”, precisó.
Arana, salió en defensa de Ollanta Humala, por considerar que en estos sucesos no a jugado ningún rol importante, “incluso el año pasado durante la huelga amazónica fue rechazado por los propios dirigentes, porque aparecía como alguien que quería montarse sobre la huelga, a menos que se exhiban pruebas de sus seguidores y de él, que hayan estado ahí”.
Reconoció, que los amazónicos sienten que se les quita sus tierras y su agua, su derecho a existir; al contrario el humalismo pudo haber jugado un rol mucho más importante en el congreso para lograr que los decretos legislativos puedan ser declarados inconstitucionales y lamentablemente al ser una minoría no lo consiguieron.
Echarle la culpa a Chávez (Hugo) –sostuvo- es un argumento deleznable, no tiene ninguna evidencia y si las tiene que las muestre, siempre que ha habido un problema grave en el país, le hecha la culpa a él,
“La intolerancia, la falta de una respuesta política a un conflicto social no puede ser atribuida a un presidente extranjero, comparto con Bedoya y, Lourdes Flores, que el Apra no sabe gobernar, y es un peligro para la democracia, porque polariza los conflictos en vez de encontrar respuestas pacificas y políticas.
Al igual que lo del Frontón –agregó- se ha vuelto a manchar las manos de sangre, el patrón que ha seguido es el mismo, mientras entonces inauguraba un evento de la Internacional Socialista, estaba dando la orden para que se mate a presos que se habían rendido; y ahora estando en Olmos (Chiclayo), cerca de Bagua, se había dado orden de asesinar a los indígenas y exponer la vida de los policías, eso responde no solo a la responsabilidad política, sino al perfil psicológico de un presidente soberbio, megalómano,
“García no es demente, porque un demente no tiene responsabilidades de sus actos, el sabe lo que hace, pero su estilo soberbio, autoritario, en este caso racista, porque calificó a los amazónicos como el perro del hortelano, en realidad, en su mentalidad no se ha matado a ciudadanos peruanos, sino a perros del hortelano”, subrayó Arana.
Aportando a una solución política del conflicto, afirmó que este pasa por la renuncia inmediata del Premier y la ministra del Interior, que se reconozca la propuesta de la comisión multipartidaria del Congreso, que se deroguen los decretos constitucionales, se abra una mesa de diálogo, y cese la persecución de los líderes nativos, de lo contrario puede ocurrir un reagrupamiento de los pueblos amazónicos, provocando más enfrentamientos, y más sangre, porque el problema, ahora, es más complejo de lo que era.