La fuerza se impuso ante el diálogo. Un centenar de efectivos de las fuerzas especiales de la Policía cajamarquina apelaron a las bombas lacrimógenas y perdigones para dispersar a más de trescientos estudiantes de la Universidad Nacional de Cajamarca, que desde las primeras horas del día habían bloqueado la estratégica carretera que une la ciudad con el distrito de Baños del Inca, protestando por el incremento de los pasajes de servicio público. Varios heridos y detenidos es el saldo hasta el momento de los sucesos.
Un día antes de llegar a esta medida de fuerza los universitarios habían advertido que bloquearían todo acceso del turístico balneario que por estos días celebra su fiesta patronal conocida como “El Huanchaco”. Ayer concretizaron su alerta.
Inicialmente los estudiantes interrumpieron el tránsito con enormes piedras, llantas y palos, bajo la severa vigilancia del contingente policial, que esperaba la orden del representante del Ministerio Público, Jorge Rodríguez Díaz, para poder actuar.
La actitud disuasiva del magistrado, del jefe policial coronel Prada, y del propio Defensor del Pueblo, Agustín Moreno, se estrelló contra la firme decisión del estudiantado de no desbloquear la vía en tanto no se llegue a una solución de los transportistas de dejar sin efecto el alza de los pasajes.
Al filo de las dos de la tarde, las partes convinieron en una tregua, para propiciar una reunión conjunta con las autoridades y buscar terminar con el conflicto. Resultó infructuoso, tres horas después.
Ya no había nada que hacer. Los efectivos policiales actuaron violentamente contra los universitarios, lanzando bombas lacrimógenas, golpeando salvajemente a los que identificaron como dirigentes; arrestándolos y conduciéndolos hasta Seguridad del Estado, mientras que dos heridos por perdigones permanecían al interior de la Ciudad Universitaria.
la PNP cumplió su cometido: la vía lucía despejada restableciéndose el tránsito.
El presidente de la Federación Universitaria, Vladimir Ruiz Carhuajulca, responsabilizó a los dirigentes de los transportistas de los tristes sucesos por negarse a dialogar e imponer abusivamente el alza de los pasajes desconociendo el medio pasaje universitario. Fredy Silva y Teresa Cueva, fueron señalados como los indolentes dirigentes.
Al cierre del despacho, un numeroso grupo de estudiantes tenía la firme intención de permanecer en vigilia en el frontis de Seguridad del Estado, ubicado en el moderno complejo Qpac Ñam, frente a la Ciudad Universitaria, hasta lograr la liberación de sus compañeros.
Anunciaron que hoy reanudarán sus protestas si los transportistas no dan marcha atrás en su medida que consideran abusiva.
“Rechazamos y denunciaremos penalmente a los que violaron el Campus Universitario, incendiándolo y causando destrozos, porque no podemos permitir esta actitud policial, respaldamos la protesta de los estudiantes porque nosotros también nos vemos afectados por el alza de pasajes, hoy con el alcalde y los dirigentes de los transportistas buscaremos llegar a una solución, pero antes queremos lograr la libertad de los siete estudiantes detenidos”, dijo a La República el rector de la UNC Carlos Tirado Soto,
