El anuncio de la candidatura a las elecciones internas del APRA de Wilmer Tarrillo Ruiz, sorprendió a sus propios compañeros y a la clase política local, porque disputará la posibilidad de convertirse en el abanderado de su partido en las elecciones regionales del 3 de octubre.
Las primeras pintas de la postulación en el frontis del legendario local aprista, confirmó la carrera hacia la presidencia regional, del joven militante del partido de Víctor Raúl Haya de la Torre, que recientemente ventiló públicamente sus discrepancias con la actual dirigencia que lidera Jorge Arroyo Retto, cuestionando su conducta por perpetuarse en el cargo de secretario regional, y no rendir cuentas económicas de los aportes de la militancia que bordean según los cálculos del presidente del Tribunal de Etica y Moral, Rommel Figueroa Gutiérrez, el millón de soles.
Tarrillo, surge después mucho tiempo como una voz disonante el interior del partido gobernante, según explicó a La República, para “renovar el partido, porque el APRA tiene buenos cuadros, que pretendemos devolver la confianza al pueblo de Cajamarca”.
Aseguró que su presentación al proceso interno del aprismo, no es por cuestión de revanchismo personal, sino porque quiere sembrar la agenda del desarrollo al 2030 para el bienestar de todos.
Tomó esta competencia entre compañeros, como el desafío de un treintón a los cuarentones, porque no tiene el menor temor de competir fraternalmente contra políticos con mucho recorrido como el propio secretario regional, y Gilberto Cabanillas, de buen predicamento dentro de las filas apristas.
De llegar al sillón regional, Tarrillo, sostuvo que superará largamente la gestión de Felipe Pita Gastelumendi, que tuvo muchas torpezas administrativas y no hizo un verdadero gobierno aprista para las mayorías, a pesar de contar con mucho dinero.
